¿Sabes cuáles son las características que califican un buen diamante?
En gemología hablamos de las 4C, partiendo de las iniciales en inglés de los términos indispensables para clasificar un diamante.
Estos términos clave son:
CUT, COLOR, CARAT and CLARITY.
Cut es CORTE, es decir, la talla en la que se ha trabajado el diamante.
Los diamantes pueden ser tallados en distintas formas: tallas antiguas como la rosa o la suiza, otras como la baguette, esmeralda, oval, corazón… Pero sin duda, la más valorada es la talla brillante.
La talla brillante es de corona redonda, con un número exacto de facetas en toda su superficie, 57. Y es la talla por excelencia del diamante ya que es la que permite mayor reflexión de luz, es decir, que salga o rebote prácticamente toda la luz que entra.
Evidentemente, en este aspecto es muy importante la proporción de la talla. Por mucho que sepamos que la talla brillante es la mejor para potenciar las cualidades ópticas del diamante, existen diferentes proporciones de altura de la culata, de ancho de la tabla o de la corona que afectan a cómo incidirá y reflejará la luz en el diamante.
Color es COLOR.
¿Sabes que existen diamantes de diferentes colores como verde, azul, rosa…? A estos diamantes se les suelen llamar “fancy” diamantes de colores fantasía.
Pero dentro del diamante incoloro hay un amplio abanico, perceptible al ojo humano si este está entrenado, que también nos determina la calidad del diamante. Esta escala va del tono más blanco o incoloro posible hasta tonos amarillentos, llegando a miel o marrones.
No hace falta decir que los colores más “transparentes”, más incoloros, son los más valorados. Un factor que también influye debido a su escasez.
Existen diferentes nomenclaturas para determinar cada tono, según país o instituto gemológico. Por ejemplo, según GIA (el Gemological Insititute of America) se clasifican desde la D hasta la Z, una escala muy utilizada internacionalmente.
Carat es QUILATE
El peso de cada diamante ya tallado. Un quilate (ct) equivale a 0,2 gramos. Cuanto mayor tamaño tenga un diamante, mayor será su valor económico ya que es más difícil encontrar diamantes en bruto de gran tamaño de los que se puedan sacar grandes tallas (CUT).
Clarity es PUREZA.
En una gema natural es muy fácil encontrar pequeñas impurezas, a les que llamamos inclusiones. Estas pueden ser restos de la roca madre, inclusiones de otros minerales, pequeñas fracturas internas o cavidades llenas de líquido o aire.
En este punto, los diamantes se clasifican siguiendo una escala que determina esta pureza. Por lo tanto, si observamos el diamante con una lupa de diez aumentos y no podemos apreciar ninguna impureza o bien defectos de talla lo llamamos “flawless”, es decir, perfecto, tanto por dentro como por fuera.
Así vamos bajando en la escala de pureza, y por tanto bajando el valor del diamante hasta los clasificados como “piqué 1-2-3”, que son los diamantes con imperfecciones que se pueden apreciar a simple vista, prácticamente sin el uso de la lupa.
Una vez analizados los diamantes siguiendo todos estos criterios podemos determinar su valor. Como has podido ver, valorar un diamante es una tarea compleja, que requiere de grandes conocimientos.
Y hay incluso otro aspecto que tiene mucha importancia, el certificado. De hecho, hay quien ya habla de las 5Cs, añadiendo el certificado gemológico (expedido por laboratorios gemológicos acreditados) como un aspecto relevante, ya que este es como el pasaporte de cada diamante (especialmente cuando son de gran valor), y en este pasaporte o certificado podemos ver todas sus características de manera oficial y permanente.
A nosotros nos apasionan tanto estos conceptos que nos inspiramos en ellos para la colección CUT y especialmente el anillo C4s, una alegoría a los factores clave de un buen diamante.
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