¿Cómo cuidar tus joyas de plata y oro?
La limpieza y mantenimiento de las joyas de plata y oro es un aspecto muy importante a tener en cuenta cuando compráis una joya ya que al ser un objeto pequeño y frágil requiere de cuidados y precauciones específicas.
Con la llegada del buen tiempo hacemos más planes fuera de casa, vamos a la playa, piscina, montaña… hace más calor, sudamos… En definitiva, muchos factores que cambian nuestra rutina y durante esta época del año solemos despreocuparnos un poquito del cuidado de nuestras joyas de plata y oro.
Debemos tener presente que son elementos que llevamos encima, expuestos a nuestro ritmo, nuestros movimientos, al aire y humedad, al polvo ambiental, lluvias, algún que otro golpe, roces, el sudor de nuestra piel… por lo que es evidente que eventualmente (y sobre todo en joyas de uso diario) necesitarán algún cuidado extra de manos de especialistas. Este tipo de cuidados pueden ser: desde un repulido, volver a bañar de rodio las joyas de oro blanco, revisar el clavado de las piedras preciosas o simplemente hacer una limpieza a fondo con ultrasonidos o mediante el bombo de pulir.
Algunas de las preguntas habituales de nuestras clientas cuando compran una de nuestras joyas artesanales son: ¿Puedo ducharme con la joya?, ¿La joya la puedo guardar en el joyero con el resto de joyas? o simplemente, ¿Cómo puedo cuidar la joya de plata y oro para que me dure más tiempo?
Nosotros siempre os recomendamos los siguientes cuidados para vuestras joyas de plata y oro, de esta manera podremos aplazar en el tiempo las pequeñas restauraciones necesarias a lo largo de la vida de nuestra joya especial.
- Quitarnos las joyas antes de ir a dormir: Aunque a veces vamos a lo práctico (o la pereza nos gana) debemos acordarnos siempre de quitarnos las joyas antes de ir a dormir. Guardarlas con cariño en un sitio alejado de la humedad y evitando que se choquen o rocen entre ellas.
- No ducharse o bañarse con las joyas puestas: Es muy importante no mojarse con las joyas puestas porque la humedad y los productos de higiene pueden oxidar o dañar la superficie de estas. Al igual que el salitre del mar, el cloro de las piscinas…
Por ese mismo motivo es aconsejable quitarse anillos, alianzas, brazaletes y pulseras al lavarse las manos, fregar los platos, cocinar… Sabemos que muchas veces se nos olvida, así que en caso de ducharnos o remojarnos con nuestras joyas puestas lo correcto será enjuagarlas bien con agua dulce para eliminar restos de sal, cloro, arena, jabones, cremas… Posteriormente procurar secarlas bien con un trapo suave, evitando la oxidación.
- Evitar el contacto con productos cosméticos: Otro factor importante a tener en cuenta es el uso de productos cosméticos. Las cremas y maquillajes pueden contener aceites, que juntamente con nuestro sudor son los responsables de muchas oxidaciones prematuras de las joyas de plata. Lo ideal para lucir unas joyas bien bonitas y relucientes es ponérselas después de maquillarse, utilizar cremas o perfumes y colonias.
Las colonias o vaporizadores de fragancia pueden ser muy corrosivos, sobre todo si entran en contacto con perlas o gemas porosas, como la turquesa, ya que causan un daño irreparable en la superficie de estas.
- Evitar el contacto con el mercurio: Este último punto puede sonar a despropósito, pero alucinaríais con la de veces que ha pasado… Y es que debemos evitar el contacto del mercurio con las joyas de oro, pues el mercurio actúa como un ácido atacando este metal, dejándolo plateado y quebradizo.
¿Qué hacer si nuestras joyas de plata y oro ya tienen oxidaciones o desgaste por el tiempo?
Primero de todo, recordar que vamos a manipular piezas frágiles y delicadas, así que lo haremos con mucho cuidado y mimo.
Primer paso: Con la ayuda de un cepillo de dientes suave podemos limpiar la joya con agua templada y jabón neutro o bien con jabón lavavajillas.
Segundo paso: Una vez eliminados los restos de grasa y suciedad, podemos devolver el brillo de la joya frotándola con un poco de bicarbonato humedecido.
Tercer paso: Aclarar los restos adheridos y posteriormente secar muy bien nuestra joya.
Si el aspecto de la joya no ha mejorado, deberemos acudir a un joyero o joyera para que detecte el problema y lo solucione. Con un pulido o limpieza por ultrasonidos seguramente bastará para dejar nuestra pieza como nueva.
Recordar que TODAS estas pequeñas restauraciones pueden aplazarse si mantenemos los cuidados adecuados en nuestras joyas de manera regular.
En vuestra joyería de confianza podréis solicitar estos cuidados, no dudéis en venir a nuestro showroom de Barcelona para realizar el mantenimiento de vuestras joyas. ¡Podréis ver como lo hacemos en el mismo momento!
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