Después del primer capítulo de esta serie de blogs. En el que os explicamos el cómo, dónde, cuándo, quién y porqué de las alianzas del JUiA team, nuestras alianzas… Os traemos el segundo post, porque si nuestras alianzas eran muy importantes, el resto de las joyas de nuestra boda también tenían que serlo.
¡Es el turno de los pendientes!
Para mí (Júlia al teclado) tenía muy claro lo que quería. Como mi anillo de pedida (preciosísimo que hizo una amiga mía también joyera) es un solitario con un maravilloso zafiro azul, sabía que los pendientes también serían unos zafiros.
Para que os hagáis una idea de mi look:
El vestido era de LA COQUETERIA, blanco de tirantes, escote en pico y la espalda muy al aire con una blusa de plumeti encima, el pelo suelto a un lado y una corona de flores ideal de HIP&LOVE en tonos mostaza, dorados y algún toque azul petroleo. El mismo azul que los zapatos, también de La Coqueteria, por lo que fue fácil decidir que los pendientes serían de botón. Seis grapitas de oro amarillo 18kts para engarzar un zafiro, protagonista TOTAL. Además, tengo dos agujeros más en cada oreja, así que me hice unas pequeñas DROPS de oro amarillo que quedaron muy finas y elegantes.
Por otro lado, mi hermana llevaba un look muy rockero. Con un vestido color mostaza, un semirecogido en el pelo con una trenza llena de clips y aritos dorados y un makeup bien de diva.
Ella tenía claro que quería llevar unos pendientes nuestros, y que le gustaban mucho y le encajaban los pendientes CLIMBERS (que hasta el momento solo los hacíamos en plata pulida), así que nos pidió que le hiciéramos unos chapados en oro amarillo 18kts y desde entonces fueron un fichaje directo, un modelo que hemos adoptado y que gusta mucho en nuestro showroom.
A poquitas semanas de nuestra boda, una de mis amigas favoritas me pedía consejo para su vestido y una cosa llevó a la otra. Una cosa llevo a la otra y confió ciegamente en mi para que le hiciera sus pendientes.
Una vez supe el color del vestido, y que a ella le gustaban los tonos dorados, decidí empezar a dibujar y finalmente diseñé unos pendientes tipo climbers (pendientes con cierre “escalador” que abrazan parte de la oreja para que queden fijos y no caigan). Con inspiración vegetal, creé un conjunto de hojas doradas ideales para ella.
Son una joya única, y prácticamente ni los enseñamos por las redes… nuestra amiga en la boda nos regalaría una canción con la que iniciaríamos el baile de la noche más mágica de nuestra vida, nosotros lo mínimo que podíamos ofrecerle eran unos pendientes a la altura de su generosidad.
Mi madre, muy fan de nuestras joyas (como buena madre orgullosa), decidió ponerse sus pendientes PIX, que quedaban a juego con los gemelos de mi padre, que nos pidió expresamente.
Los gemelos fueron también protagonistas de nuestra boda, pero este tema lo dejaremos como traca final para el post del último capítulo de este CUENTO DE BODA. Porque señoras y señores, nuestros chicos tenían ideas muy locas ¡Y ESO NOS ENCANTA!