¿Tienes decidido el diseño de tus alianzas de boda? ¿Te apetece pasar una jornada con tu pareja haciendo vuestros propios anillos, bajo la atenta mirada de una joyera profesional que guie vuestros pasos?
Hacía mucho tiempo que nos rondaba esta idea por la cabeza, aunque siempre con mucha prudencia, ya que hacer un anillo u otra joya requiere mucha paciencia, experiencia y plena atención.
Y de repente, vino al taller una pareja muy entusiasmada y enamorada.
Conversamos mucho hasta llegar a decidir el diseño de sus anillos (aquí tienes un post para aclarar dudas si aún no te has decidido ), y se generó tan buen rollo que les propusimos que participaran de la creación de sus alianzas.
La pareja decidió hacer unas alianzas de boda en oro rojo Fairmined con textura martelé.
Así que en un primer momento decidieron que vendrían a picar con el martillo para dar la textura deseada al anillo de su pareja.
Cuando llegaron al taller les habíamos preparado la planchita de oro con las marcas de las medidas que necesitábamos cortar para hacer cada anillo, y les propusimos que se sentaran en la mesa de joyería y empezaran a serrar.
Les gustó poder participar desde el inicio, así que siguieron con el proceso de doblar las planchas, usar el soplete para soldar y finalmente picar bien fuerte con el martillo para marcar esa textura tan bonita.
¡Podéis ver un vídeo del proceso en nuestro Instagram!
La pareja disfrutó mucho de ver, entender y crear sus alianzas de boda. Y nosotros también nos quedamos super felices de compartir nuestro oficio y pasión.
Hemos empezado a hacer talleres individuales o por parejas para hacer un anillo de plata con textura, y está teniendo muy buena acogida. Nos sentimos muy contentos de ver la curiosidad e interés que genera la artesanía.
Y a raíz del vídeo de la pareja que vino a hacer sus alianzas de boda, otras parejas han empezado a preguntar por esta opción. Tanto para venir a ver el proceso como para participar de ello.
¡Así que las puertas de nuestro taller están abiertas!
Para compartir una mañana o tarde bien agradable delante de la mesa de joyería ensuciándonos un poquito las manos.
Es la mejor manera de que entendáis lo que siempre dice Júlia: ¡Manos sucias, corazón contento!
¿Te apetece venir a ser joyera/joyero por un día?
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